martes, 10 de mayo de 2016

Sexista...



Cuando vi estas tazas y platos, no dudé ni un segundo en comprarlas: eran rosas y celestes.
En un sentido práctico, solucionaban el tema de como identificar las tazas en el desayuno: la celeste era mía, la rosa de mi esposa... nunca había encontrado un juego de tazas tan práctico!
Y de pronto, en casa, para los mas jóvenes, resultó una idea antigua, anticuada, estigmatizadora y hasta sexista.
Desde entonces, ya no elijo las tazas o platos celestes. Dejo que el azar me estigmatice a su gusto.